lunes, 1 de diciembre de 2014

Review: Riot V - Unleash The Fire (2014)

Cuando en enero de 2012 fallecía Mark Reale, para los fans de la banda llegaba el inevitabe e indeseado fin de la banda, Reale era Riot y Riot era Reale, siempre fue así, así que cuando el guitarrista Mike Flyntz y el bajista Don Van Stavern decidieron continuar con el legado del neoyorquino a muchos se nos quedó cara de póker, cuando además supimos que Tony Moore, voz de los míticos “Thundersteel”, “Privilege Of Power” y su anterior plástico, “Riot”, y el batería Bobby Jarzombek, no iban a participar en la reunión, las dudas se acrecentaron, pero Flyntz y Van Stavern no se amilanaron, empezaron a construir una nueva formación junto al guitarrista Nick Lee un joven alumno de Flyntz, el batería Frank Gilchriest, que ya había tocado con Riot entre 2003 y 2007, y el vocalista Todd Michael Hall (Jack Starr’s Burning Starr, Reverence), que ha demostrado estar a la altura de los temas de Moore en el tiempo que la banda se dedicó a rodar como banda tributo a Reale. Y es que claro, como banda tributo, los temas sonaban muy bien, el gran problema venía cuando pensabas en que grabasen un disco, ¿sin Reale sonarían a Riot? ¿Tendría alma?, pues creo que este “Unleash The Fire” ha respondido perfectamente a esas cuestiones. 


Producido por la propia banda y Joshua Block(Virgin Steele) y con portada de Mariusz Gandzel, el plástico nos presenta doce temas nuevos y una versión en directo del mítico “Thundersteel”, donde vemos a la banda sonar cien por cien fiel a su sonido y donde el alma de Reale se adivina casi detrás de cada nota, de cada melodía.

“Ride Hard, Live Free” rompe el hielo con un trallazo muy en la onda de “Riot” su anterior trabajo, que a su vez venía en una onda muy “Thundersteel”, guitarras dobladas desde el primer acorde, doble bombo machacando cervicales y un Todd Michael Hall dibujando unas melodías vocales geniales, desde luego, el primer pensamiento que viene a la cabeza es “Efectivamente, suena a Riot”. Como decía en el párrafo anterior, el alma de Reale se deja adivinar en todo momento en la grabación en las instrumentaciones, pero también las letras están plagadas de referencias a el y su memoria, así en el estribillo de “Metal Warrior” nos encontramos con la referencia a “Warrior” y su mítico “Shine On!”, musicalmente el tema mantiene lo establecido en el primer corte, tema rápido, guitarras armonizadas y un Hall saliéndose de la taba por arriba con agudos imposibles. Los neoyorquinos siguen machacando nuestras cervicaes en “Fall From The Sky”, un tema que desde el principio parece indicarnos con esos coros estar hecho para el directo, con una base rítmica brutal y un interludio melódico a mitad del tema antes del solo muy bonito.

El tramo central de disco lo inauguramos con “Bring The Hammer Down”, otra barbaridad de tema, aunque quizá este y “Unleash The Fire”, tema que da nombre a la grabación, sean probablemente los temas con menos gancho de la misma, no es que sean malos, es que están un pelín por debajo del resto (pero es que el resto están a un nivel jodidamente alto). Con “The Land Of The Rising Sun” y sus melodías volvemos al nivel marcado, tema algo más bajado de revoluciones pero que, desde mi punto de vista, tiene las mejores melodías de todo el trabajo. “Kill To Survive” nos devuelve la versión más potente de la banda, con ese estribillo cargado de doble bombo . “Return Of The Outlaw” nos devuelven a los Riot más primigenios con una de las mejores melodías vocales de todo el plástico, una muestra más del gran trabajo de Hall a las voces. Llegamos a “Immortal”, la primera de las dos baladas del trabajo dedicadas al desaparecido Mark Reale, con una enorme carga emotiva tanto en la melodía como en la letra.

Entramos en la recta final del vinilo con la que es para mi la gran joya, “Take Me Back”, otro de esos temas que respiran a esencia de los primeros discos de la banda, con un feeling tremendo, un solo increíble y de largo el mejor estribillo de la grabación (en un disco con enormes estribillos). En una onda más afín a la época “Thundersteel” nos damos de bruces con “Fight, Fight, Fight”, toda una declaración de intereses con doble bombo que a buen seguro en directo es un cañonazo. “Until We Meet Again” es la otra balada de la que hablábamos antes, otro nada disimulado homenaje a la figura de Reale, donde las guitarras se tornan protagonistas absolutas (no podría ser de otra manera tampoco) y la voz de Hall nos atrapa. Como despedida, nos damos con la versión en directo del mítico “Thundersteel”, donde la banda demuestra el poderío que gastan en directo, una curiosidad en forma de bonus track que sirve para despejar cualquier atisbo de duda de cómo se las gasta la formación.

Ahora la gran duda que nos queda es saber si estos temas vienen de descartes anteriores a la muerte de Reale o Flyntz y compañía han sido capaces de impregnarse de la magia del guitarrista y puedan sacar otro disco a la altura de uno de los mejores plásticos de 2014.

Nota: 9



Jose Ruiz

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