martes, 17 de abril de 2012

Review: Running Wild - Shadowmaker (2012)


Cuando hace tres años Rolf Kasparek puso punto y final (o eso decía por aquella época) a Running Wild en pos de otros proyectos que poco o nada tenían que ver con la banda de Heavy Metal pirata, no creíamos que fuese a volver al redil tan pronto. Hace unos meses anunciaba de golpe, porrazo y sin avisar que tenía nuevo disco, que había vuelto a componer temas que encajaban con su banda por excelencia, que lo había hecho rápido, fácil y divirtiendose y que en unos meses “Shadowmaker”, que así se llama el LP, estaría en la calle.

Y la primera sensación que se te queda al escuchar este plástico, es que, efectivamente, lo ha hecho rápido y fácil, como el que hace un trabajo sin esmerarse mucho porque se quiere ir al bar a beberse una cerveza con el colega de turno.

En este disco hay elementos que pueden recordar a los Running Wild que todos conocíamos, obviamente la voz de Kasparek está ahí, hay alguna melodía que puede sonarte “pirata”, pero aquí acaba todo parecido con lo anterior. Temas flojos, mucho más cercanos al hard rock que al heavy metal, con una producción blanda y con las guitarras con menos cojones que he escuchado en mucho, mucho tiempo.

Pero antes de meternos en el contenido sonoro del plástico, tendremos que ver la portada, ¿recordáis aquellas portadas magnificas de los alemanes, tan cargadas de detalles y rezumando epicismo? Pues olvidadlas, un pseudologo de un casco (digo yo que del supuesto “Shadowmaker”), en plateado, con el logo en el mismo color y pista. Seria candidata a la portada más fea de 2012.


El disco se abre con la hard rockera “Piece Of The Action”, un tema correcto para abrir aunque aquí ya empiezas a tener la mosca detrás de la oreja, le sigue “Riding On The Tide” que nos devuelve a la banda a unas melodías que nos hacen pensar en tiempos mejores, pero claro, no solo de la melodía vive el pirata, con otro sonido de guitarras este hubiera sido un tema de los Running Wild de toda la vida, sonido que sin embargo, se acerca un poco más “I Am Who I Am”, que es para mi el mejor corte de todo el disco (y tampoco es que sea una maravilla de tema), en el que por fin el señor Kasparek hace un tema con algo de fuerza.

“Locomotive” es otro de los títulos que se salvan, un tema donde un machacón bajo lleva todo el peso del tema, posiblemente lo mejor del tema junto a un solo bastante decente. Continúa el CD con un tema que todavía no se bien como calificar, nunca había imaginado a esta banda hacer un tema de hard rock festivo, Kasparek de hecho, ha reconocido en alguna entrevista que “Me And The Boys” es un tema que había desechado de Toxic Taste (toma ya!)

En fin, volviendo al disco de nuevo, nos encontramos ante el tema que da nombre al trabajo, “Shadowmaker”, otra de las pocas canciones salvables y, donde aquí sí, Rolf canta con actitud, las guitarras pueden recordar mejores épocas y hasta la batería, que suena totalmente descafeinada en todo el trabajo, tiene un sonido más que decente.


“Saling Fire” es según el propio Kasparek el único tema de temática pirata de todo el álbum, y pese a la ya nombrada flojedad de la producción, reconozco que es otro de los temas que salvaría. La melodía es total y absolutamente marca de la casa. El plástico se cierra con “Dracula”, que con sus 7:25 minutos, es el tema más largo del plástico (con bastante diferencia además) y que es el tema que parece más elaborado de todo el trabajo.

En definitiva, el señor Kasparek no parece haberse calentado mucho los cascos a la hora de componer, grabar y producir este disco y ha salido lo que ha salido, un plástico que se deja oir, no se te hace pesado, pero que a los fans de Running Wild no les va a aportar absolutamente nada, totalmente prescindible.

Nota: 4

Jose Ruiz

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