Parece que la inagotable cantera sueca
sigue empeñada en demostrar que no tiene fin, esta vez nos llega
desde Goteburgo la banda Snakeskin Angels, cuyo álbum debut “Follow
The Snake To The Core” salió a la venta a mediados del pasado mes
de Febrero de la mano del sello sueco “Lake Of Fire Productions”,
sello relativamente joven que cuenta en su roaster con bandas como
Pagan Rites o Karnivore, también compatriotas.
Centrándonos en la propuesta musical
nos encontramos un Heavy Metal muy primigenio, crudo, áspero, con
mucha influencia de aquel sonido de principios de los setenta (aunque
aderezado también con elementos posteriores como guitarras
dobladas). La particular voz de Kenneth Gagner “Thunderbolt” le
da un aura de oscuridad que se complementa a la perfección con las
densas melodías de guitarra de la dupla formada por Grim Vindkall y
Daniel Kvist y todo esto en la potente muralla sónica que forma la
sección rítmica de la banda compuesta por Gustaf Sundin “Kallbrand”
al bajo y Kalle Petersson “Graveyard” tras los parches.
El disco se abre con una intro que da
título a la grabación tras la cual nos encontramos con “Black
Light District” donde ya se ven los tiros de por donde va a ir
esto, el tema da paso a “By The Hammer Of Beelzebuth” que a mi me
parece el mejor tema de todo el plástico, musicalmente en la línea
de toda la grabación pero la melodía vocal y el estribillo me
parecen de los que se quedan en la mente durante mucho tiempo, tras
ella la acústica “Nothing But Pain” donde la voz de
“Thunderbolt” adquiere nuevos matices.
Tras la momentánea calma llega otro de
los momentos álgidos de esta grabación, “The Great Sarcophagus”
nos transporta varias décadas atrás con esas guitarras y esa
batería seca y contundente, imposible no sacudir tu cuello al ritmo
que marca “Graveyard”, y hablando de sacudir cuello... “The
Rebel” es el tema más idóneo para ello, un tema más
“rockanrollero” con ese punto de suciedad en las guitarras que
es una de las señas de identidad del disco (el tiempo dirá si la
banda se queda en este sonido o se encamina en otras direcciones).
En la recta final nos encontramos con
la oscura “Black Moon Curse”, nuevamente otro tema que bebe
directamente del rock and roll como “The Fire Omega” y
“Wolfbrother” otra pieza tranquila que se encarga de poner el
punto y final a la grabación.
Un debut bastante correcto, en el que
se notan sobre todo influencias del Heavy Metal de los setenta y que
le marca a la banda un camino a seguir del que estaremos atentos a
sucesivos lanzamientos.
Nota: 6
Jose Ruiz
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