El
año pasado por estas fechas empezábamos a vivir un culebrón en el seno
de Queensryche. Los de Seattle decidieron prescindir de su vocalista ,
Geoff Tate, alegando que querían volver a un sonido más original y
primigenio, algo más alejado de la linea que habia adoptado la banda
desde mediados de los noventa como consecuencia de un liderazgo casi
total de Tate. Esa fue la explicación más o menos oficial aunque todos
sabemos que otro factor que tuvo mucho que ver con esta decidisíon fue una serie de acontecimientos que invitaban a pensar que algo había hecho "click" en la cabeza del vocalista.
Tras
demandas y cruces de declaraciones varias (que aún continúan de forma
más o menos esporádica) Tate continuó su camino y decidió armar a unos
nuevos "Queensryche" contando entre otros con Rudy y Robert Sarzo o el
batería Simon Wright. Por su parte los Queensryche originales anunciaron
de una forma sospechosamente inmediata a la marcha de Tate la
incorporación del vocalista Todd La Torre (Crimson Glory). el cual no
hay duda de que disponía del perfil perfecto para encajar en el universo
"Queensryche".
De
esta forma y a falta de una resolución judicial todavía por llegar, nos
encontramos de la noche a la mañana con dos formaciones diferentes de
Queensryche, ambas con el mismo nombre. La primera con tres miembros
originales y un cantante en claro auge, y la segunda con un vocalista
despechado que había reunido a un buen elenco para hacer como si nada
hubiera pasado. El morbo estaba servido, solo faltaba esperar a que
ambas formaciones publicasen su correspondiente álbum. El momento ha
llegado, hace unos días los Queensryche de La Torre publicaron su disco
mientras que la formación liderada por Tate hacía lo propio en Mayo.
¿Quién ha ganado? ¿Quién ha perdido?, ¿Ha servido todo esto para algo?.
A
priori los que más se la jugaban para mí, era la formación de La Torre,
Geoff Tate estaba irremediablemente ligado a la marca Queensryche y
liberarse de su yugo (él se encargaba del proceso compositivo,
supervisar producción etc...) era un riesgo que estuvieron dispuestos a
correr. La banda ha querido tomar la marcha de Tate como un nuevo
inicio, y han simbolizado esto titulando a su nuevo disco "Queensryche",
ni más ni menos, cual álbum debut y repitiendo en infinidad de
entrevistas que iba a ser una mirada a los inicios de la banda. Tras
escuchar este disco nadie puede discutir que ha habido un cambio de
tendencia en la banda tras la marcha de Tate, ¿pero es suficiente? yo
creo que no. "Queensryche" no es para nada esa revolución que Scott
Rockenfield y compañía dieron a entender que nos darían. Pese a que
facilmente es lo mejor que ha editado esta banda en 15 años (dejando a
lo mejor a un lado a esa segunda parte del Operation Mindcrime), no es
suficiente. Eso sí, no hay duda de que han habido cambios a mejor, temás
más dinámicos, guitarras más presentes, y en general menos densidad y
pesadez en unos temas que en ningún momento se hacen largos, es más, uno
de los puntos fuertes del disco es que se escucha de un plumazo (Aún
recuerdo lo largo que se me hizo ese "American Soldier")
además de volver a disfrutar con el vozarron de La Torre. Para mi ha
sido una gran decepción, pero eso no quita que si que se aprecie cierta
predisposición al cambio, aún así un disco mediocre, sobretodo de cara a
las expectativas que habian generado.
Mientras tanto Geoff Tate ha editado con su banda un álbum llamado "Frequency Unknown"
en donde sigue la linea que mantenía en su antigua formacíon,
probablemente tenemos en este disco un reflejo bastante fiel de lo que
habría sido el próximo disco de los Queensryche originales si nada
hubiera pasado. De paso y para mantener alerta a los seguidores de la
etapa más exitosa de la banda Tate decidió regrabar algunos temas
insignia como "Jet City Woman", "SIlent Lucidity" o "I Don't Believe in
love". En "Frequency Unknown" tenemos todo lo que podriamos haber
esperado de Geoff Tate, Un tempo lento, pesado, denso, canciones que
nunca terminan de arrancar...en fin....una buena justificación de el por
qué de que los antiguos compañerios de Tate le dijesen "basta". Lo
reconozco, no puedo con ese Tate tan cansino, es superior a mí, hasta
las versiones salen perdiendo.
Resumiendo...Yo
creo que aquí no ha ganado nadie, Geoff Tate no ha sorprendido a nadie ,
haciendo exactamente lo que nos esperabamos de él. Por otra parte los
Queensryche de Rockenfield y compañía prometieron el oro y el moro y
pese a que el disco se puede escuchar se te queda una sensación de "pues
no ha sido para tanto" que la verdad no invita a escucharlo de nuevo, y
si a recuperar algún clásico de la banda mientras sueltas un "dejémenos
de gilipolleces".
¿Vosotros que pensáis?
Artículo escrito por Pablo Monfort.
También puedes leerlo en Cuero y Cadenas
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