Tras un verano con la sombra de la preocupación por la salud de
Lemmy Kilmister, Motörhead ponen en la calle “Aftershock”, vigésimo primer trabajo de la banda, y con el que la banda nos dice
que, llueve o truene, haya o no problemas de salud... el trío sigue
siendo esa apisonadora que viene machacando nuestros cuellos desde
hace casi cuarenta años.
Para empezar dos trallazos con denominación de origen
“Motörhead”, y es que tanto “Aftershock”, tema del que
además han grabado un videoclip, como “Coup De Grace” nos traen
a la versión más mítica de la banda, esa que distorsiona y acelera
tanto el rock and roll que lo acerca al Heavy Metal en su máxima
expresión, el bajo de Lemmy y la batería de Mickey Dee siguen
formando ese muro que con cada golpe de bombo golpea tu pecho como un
martillo y la guitarra de Phil Campbell escupiendo riffs a diestro y
siniestro, no llevamos ni siete minutos de disco y ya sabemos que la
banda está en buen estado de forma.
Con “Lost Woman Blues” nos llega el primer descanso, un blues
cargado de melancolía donde Lemmy brilla con más luz propia de lo
habitual y la interpretación vocal llega a ser emocionante. En el
último minuto el tema se endurece haciéndolo aún más intenso,
pero aquí no hemos venido a descansar, “End Of Time” vuelve a
poner las cosas en su sitio, y , con “Do You Believe” la
formación deja otro tema de esos con su sello de calidad. Bastante
más pesada, con un tempo más lento y una base más marcada viene
“Death Machine”, de los temas más heavy del disco. Con “Dust
And Glass” llegamos a la mitad del plástico, otro blues donde,
esta vez, la guitarra de Phil Campbell la que toma el protagonismo.
Si hace unos años se iban de viaje a Brasil, esta vez es el turno
de “Going To Mexico”, tema para sacudir agusto el pescuezo y que
creo que será uno de los temas que más sonaran si llegan a
presentar este disco en directo. “Silence When You Speak To Me”
es otro tema de esos de base muy marcada, donde la batería de Mickey
Dee retumba como el capataz de un barco de esclavos. Con “Crying
Shame” volvemos al lado más tradicional de la banda.
Los últimos minutos del plástico se quedan para la potencia y
brevedad de “Queen Of The Damned”, la rudeza de “Knife”,
nuevamente otro sonido de corte clásico como es “Keep Your Powder
Dry” (con uno de los estribillos más pegadizos de toda la
grabación) … y para cerrar... pues otro bombazo, y es que si el
plástico se abría con dos auténticas hostias, “Paralyzed” te
termina de rematar, un gran último as en la manga de los británicos.
En definitiva, a mi personalmente me gusta bastante más que “The
World Is Yours”, su anterior disco y es la clara demostración que
ni el maltrecho corazón del señor Kilmister es capaz de poner freno
a Motörhead en estudio, la gran incógnita es si este disco llegará
a ver la luz en directo, pero por lo pronto tenemos la certeza de que
será uno de los discos del año.
Nota: 8,5
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