Que Overkill están viviendo una
segunda juventud (junto a otras bandas de la misma época) es algo
que ya no pilla a nadie por sorpresa, pero es que este disco confirma
lo que ya veníamos viendo desde hace casi una década, tras la
salida de “KillBox 13”, que Overkill había vuelto en una forma
increible, componiendo auténticas salvajadas de discos, machacando
el mundo a base de giras y así, tras un “Ironbound” que se
calificaba casi de insuperable, dos años después los de New Jersey
ponen en circulación “The Electric Age”, donde no solo vuelven a
rayar a la misma altura, sino que para un servidor lo superan.
El disco se abre con “Come And Get
In” donde un riff machacante y un ritmo de batería casi militar
nos introducen en el plástico durante algo más de un minuto hasta
que arranca un tema que podría pertenecer a cualquier disco de la
época clásica de la banda. Bobby Blitz una vez más canta como un
animal y el estribillo invita a unirnos a las voces de la banda. La
producción una vez más es clara y potente, no perdiendo ni un ápice
de potencia.
Más rápido aún comienza el segundo
corte del plástico, que no es otro que “Electric Rattlesnake”,
tema que sirvió para dar a conocer el álbum a modo de single y
videoclip, acojonante el trabajo de guitarras a cargo de Derek Tailer
y Dave Linsk, no solo en este corte, sino a lo largo de todo el
trabajo.
La frenética “Wish You Were Dead”
es el tercer tema en discordia, un tema donde no se aprecian
influencias de aquel groove metal y en cambio vemos como sonarían
las rápidas guitarras de los primeros Metallica, Megadeth o los
mismos Overkill con una producción actual.
Ritmos más noventeros nos encontramos
sin embargo en “Black Daze”, residuo sin duda de aquella época
en los que la banda liderada por Bobby Blitz bebieron de las
influencias de Pantera, Exhorder o Machine Head, aunque este oasis de
relativa tranquilidad es un espejismo, porque “Save Yourself” nos
devuelve a los Overkill salvajes, rápidos y que van al pescuezo en
todo momento, sin dar un solo respiro, brutal el trabajo en la
sección rítmica del bajista D.D. Verni (que también se ha
encargado de la producción del disco) y del batería Ron Lipnicki.
En un término medio se encuentra “Drop
The Hammer Down”, que pese a navegar un poco entre dos aguas es uno
de los cortes más potentes de todo el plástico y donde el señor
Blitz nos muestra su amplia variedad de registro vocal.
Nos vamos acercando al final y “21st
Century Man” continúa trayendo a nuestros oidos a una banda que
salvo la producción actual (nunca usaría el apelativo moderno para
esto, suena al mismo power thrash que llevan haciendo toda la vida
pero con un sonido mucho más limpio y potente) podríamos estar
hablando de temas de finales de los ochenta o principios de los
noventa sin ningún tipo de problema.
Con “All Over But The Shouting” nos
encontramos la canción más divertida del disco, coreable, con un
Blitz cantando como un auténtico cabrón, rápida, a degüello y con
una parte central donde el bajo recoge todo el peso de la canción,
podría ser la canción más representativa del trabajo, pues es
donde se recogen todas las influencias sonoras del mismo en una sola
canción.
La banda de New Jersey lejos de
dormirse en los laureles han sacado un disco que puede hacer
sonrojarse a bandas de los ochenta, los noventa e incluso a bandas
jovenes. Tela, mucha tela lo de Blitz, Verni y compañía.
Nota: 8,75
Jose Ruiz
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