Cuando hace tres años Rolf Kasparek
puso punto y final (o eso decía por aquella época) a Running Wild en
pos de otros proyectos que poco o nada tenían que ver con la banda
de Heavy Metal pirata, no creíamos que fuese a volver al redil tan
pronto. Hace unos meses anunciaba de golpe, porrazo y sin avisar que
tenía nuevo disco, que había vuelto a componer temas que encajaban
con su banda por excelencia, que lo había hecho rápido, fácil y
divirtiendose y que en unos meses “Shadowmaker”, que así se
llama el LP, estaría en la calle.
Y la primera sensación que se te queda
al escuchar este plástico, es que, efectivamente, lo ha hecho rápido
y fácil, como el que hace un trabajo sin esmerarse mucho porque se
quiere ir al bar a beberse una cerveza con el colega de turno.
En este disco hay elementos que pueden
recordar a los Running Wild que todos conocíamos, obviamente la voz
de Kasparek está ahí, hay alguna melodía que puede sonarte
“pirata”, pero aquí acaba todo parecido con lo anterior. Temas
flojos, mucho más cercanos al hard rock que al heavy metal, con una
producción blanda y con las guitarras con menos cojones que he
escuchado en mucho, mucho tiempo.
Pero antes de meternos en el contenido
sonoro del plástico, tendremos que ver la portada, ¿recordáis
aquellas portadas magnificas de los alemanes, tan cargadas de
detalles y rezumando epicismo? Pues olvidadlas, un pseudologo de un
casco (digo yo que del supuesto “Shadowmaker”), en plateado, con
el logo en el mismo color y pista. Seria candidata a la portada más
fea de 2012.
El disco se abre con la hard rockera
“Piece Of The Action”, un tema correcto para abrir aunque aquí ya empiezas a tener la mosca detrás de la oreja, le
sigue “Riding On The Tide” que nos devuelve a la banda a unas
melodías que nos hacen pensar en tiempos mejores, pero claro, no
solo de la melodía vive el pirata, con otro sonido de guitarras este
hubiera sido un tema de los Running Wild de toda la vida, sonido que
sin embargo, se acerca un poco más “I Am Who I Am”, que es para
mi el mejor corte de todo el disco (y tampoco es que sea una
maravilla de tema), en el que por fin el señor Kasparek hace un tema
con algo de fuerza.
“Locomotive” es otro de los títulos
que se salvan, un tema donde un machacón bajo lleva todo el peso del
tema, posiblemente lo mejor del tema junto a un solo bastante
decente. Continúa el CD con un tema que todavía no se bien como
calificar, nunca había imaginado a esta banda hacer un tema de hard
rock festivo, Kasparek de hecho, ha reconocido en alguna entrevista
que “Me And The Boys” es un tema que había desechado de Toxic
Taste (toma ya!)
En fin, volviendo al disco de nuevo,
nos encontramos ante el tema que da nombre al trabajo, “Shadowmaker”,
otra de las pocas canciones salvables y, donde aquí sí, Rolf canta
con actitud, las guitarras pueden recordar mejores épocas y hasta la
batería, que suena totalmente descafeinada en todo el trabajo, tiene
un sonido más que decente.
“Saling Fire” es según el propio
Kasparek el único tema de temática pirata de todo el álbum, y pese
a la ya nombrada flojedad de la producción, reconozco que es otro de
los temas que salvaría. La melodía es total y absolutamente marca
de la casa. El plástico se cierra con “Dracula”, que con sus
7:25 minutos, es el tema más largo del plástico (con bastante
diferencia además) y que es el tema que parece más elaborado de
todo el trabajo.
En definitiva, el señor Kasparek no
parece haberse calentado mucho los cascos a la hora de componer,
grabar y producir este disco y ha salido lo que ha salido, un
plástico que se deja oir, no se te hace pesado, pero que a los fans
de Running Wild no les va a aportar absolutamente nada, totalmente
prescindible.
Nota: 4
Jose Ruiz
Nota: 1
ResponderEliminarXDDD